COMIENZA LA BATALLA Lado Lannister. A la izquierda Addam Marbrand. En la derecha Gregor Clegane intentando resistir la acometida de las Huestes de Guerra del Norte. |
Gran Jon Umber Señor de Último Hogar |
Gregor Clegane 'La Montaña' |
La batalla no se hizo esperar. A una orden de nuestro capitán, lanzamos las flechas en dirección al bosque que teníamos enfrente. En el cielo del atardecer nuestras flechas se cruzaron con flechas Lannister. Mientras tanto, en el Noroeste, los jinetes de invernalia, a una orden de Rickard Karstark, espolearon sus caballos aproximándose con decisión al vado del río situado al Sur. La Batalla, de forma inevitable, pronto quedó dividida en dos frentes. En el Noreste, Gran Jon Umber azuzaba a nuestras tropas contra las tropas posicionadas en las inmediaciones del bosquecillo. Y en el Noroeste Gregor Clegane trataba de derrotar a nuestro Señor Karstark. Este desplegó con eficacia a sus Huestes de Guerra del Norte. La unidad con estandarte rojo, con sus aguerridos y experimentados hombres, aniquiló dos unidades de Guardia Lannisport en una sutil táctica de flanqueo que desconcertó a las tropas del león.
TROPAS LANNISTER
A pesar de que nuestro ejército iba mermando considerablemente las fuerzas del león y reduciendo su moral, lo cierto es que el sol caía deprisa y pronto anochecería. La oscuridad, pronto daría fin a la batalla. Los Lannister habían taponado nuestro avance hacia el sur, es verdad que a costa de muchas bajas, pero el tiempo se había aliado con ellos y pronto la batalla concluiría. Varias formaciones de Guardia Lannister ocuparon dos de nuestras tres fortificaciones en un intento de resistir hasta que la noche hiciera impracticable cualquier enfrentamiento. Los perros fueron lanzados por sus maestros a la orden de Gran Jon Umber. Desde el bosque oíamos los gritos de los soldados enemigos al ser devorados por los perros. En el Sur, la única unidad que había llegado al río, Jinetes de Invernalia con estandarte verde, tomaron el vado situado en el Suroeste con la sóla resistencia de una unidad de Infantería pesada Lanniste que se había quedado en retaguardia y que, en su inferior velocidad, nada pudo hacer por recuperar la zona conquistada.
TROPAS STARK
Cuando salimos del bosque, era noche cerrada. Ya no se oían voces, ni gritos de horror o de rabia. Tampoco el chasquido de los aceros, el relincho de las monturas o el sonido hueco de sus cascos al hundirse en la pradera. Un tercio de nuestra unidad había caído atravesado por las flechas del león. En el profundo silencio de la noche aulló un lobo. Gran Jon Umber nos reunió y nos dijo en persona cuál había sido el resultado de la batalla. A pesar de las grandes bajas que habíamos infringido en el enemigo, habíamos estado en el borde de la derrota. La iniciativa Stark había decantado la victoria del bando del lobo. Luego miró al cielo con un gesto de ira, se giró dándonos la espalda y comenzó a caminar junto a uno de los Maestros de las perreras Stark, desapareciendo poco a poco entre la espesa negrura, como si de un espíritu de la inesperada muerte se tratara.
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