Este blog se creó, allá por Noviembre de 2010, con el propósito de comunicar la experiencia del juego 'Batallas de Poniente'.
Ahora, en su 2ª Época, tratará de diversos wargames o juegos de mesa que requieran de un TABLERO DE BATALLA entre oponentes.
Este blog se realiza y actualiza de forma altruista y sin ánimo de lucro. Todos los nombres e imágenes que aparezcan en él previamente publicados y con derechos de autor se emplean con el único fin de narrar la experiencia relacionada con los juegos mencionados así como para ambientar el relato de lo ocurrido en esas partidas.




7 nov 2010

CHOQUE EN EL CAMINO REAL

6 de Noviembre
Los aguaceros de estos días han dejado los campos en un estado peligroso para las monturas. Los caballos se traban y se enganchan en las llanuras plagadas de barro y charcas, y en la infantería maldecimos y blasfemamos en voz baja, pues hemos caminado a marcha rápida y sin descanso, empapados bajo un cielo negro de aguas y ventiscas hirientes como el acero, por llegar cuanto antes y de forma discreta a Desembarco del Rey.
Campo de batalla y posición de las tropas en 'CHOQUE EN EL CAMINO REAL'
desde el jugador Lannister
desde el jugador Stark
7 de Noviembre
RICKARD KARSTARK
El día amaneció soleado, y nos hizo recobrar el ánimo. Sin embargo a poco de iniciar la marcha una avanzadilla nos alertó de la presencia cercana de tropas Lannister. Cuatro unidades de la Guardia de Lannisport al suroeste y otras cuatro de Caballeros de Roca Casterly al Sureste nos habían divisado. Nuestras tres divisiones de Arqueros Norteños se apresuraron a ganar posiciones que defendieran los vados del río situados más al Sur. Nos capitaneaba el Señor del Bastión de Kar, Rickard Karstark al frente de una unidad de Jinetes de Invernalia. Al Noroeste se encontraba Maege Mormont, Señora de la Isla del Oso, poseedora de las habilidades 'Leal'  y 'Armadura Pesada' y al frente de cuatro unidades de las temibles Huestes de Guerra del Norte.


Rickard Karstark nos jaleó y corrimos como diablos a nuestras posiciones. Cuando subí la colina, divisé el escenario donde se produciría el choque de tropas.


  
MAEGE MORMONT
Los movimientos en la llanura se sucedieron rápidos y revelaron la primera estrategia de los contendientes. Addam Marbrand, temible Comandante de avanzadilla, dividió su caballería en dos, lanzando una parte de sus jinetes contra las Huestes de Guerra de la  Señora Maege Mormont, tratando de impedir que llegaran a los vados del río todavía sin defensa, río arriba. La otra parte de la Caballería la puso al galope con él a la cabeza, tratando de acercarse a los vados del Sur para servir de apoyo a la infantería comandada por Kevan Lannister. Este dirigía sus tropas, sin ninguna vacilación, directas a cruzar el río por los vados.

  
KEVAN LANNISTER
Las flechas Stark, desde lo alto de la colina y desde la llanura, al otro lado del río, impactaron con precisión en las filas de la Guardia de Lannisport, diezmando a dos unidades. Mientras en el Noreste, Maege era frenada por los Caballeros de Roca Casterly. Caballeros, caballos e infantería formaron una melé en la que la peor parte fue para los Lannister. La condición 'Leal' de la Señóra, fue esencial para la victoria en el Noreste del campo de batalla. La estrategia Lannister había fracasado en este lugar de la contienda. A todo ello se unió la eficacia de los arqueros, cuya precisión redujo de forma dramática las fuerzas del León en los vados del Sur.

  
ADDAM MARBRAND
La retirada Lannister les evitó una derrota mayor. Observamos, jadeantes y al borde de la extenuación, como los señores del León retiraban sus tropas y se alejaban para lamerse las heridas. 


La euforia nos invadió por un momento... aullamos como lobos. No era orgullo, ni fiereza, sino el mero hecho de seguir con vida lo que atrapado en el estómago durante la batalla, trepaba ahora por las gargantas. Pronto se hizo el silencio. Cabizbajos, temblequeando las piernas, reunimos a nuestros muertos y les dimos sepultura con las pocas fuerzas que nos quedaban. 


El sol de la mañana se escondía ahora dejando tras de sí un tinte frío y mortecino.  Antes de dormir le pregunté una y otra vez al Todopoderoso si era Él quién escogía a los vencedores y a los vencidos, a los vivos y a los muertos.

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