El bosque ascendía y descendía en pronunciadas cuestas plagadas de robles pelados sobre una sinuosa manta de hojas. Una brisa desde el sur nos delataba frente a todo bicho viviente que tuviera desarrollado, por poco que fuese, el sentido del olfato. No obstante hacía cinco días que habíamos dejado atrás al Primer Ejército Lannister para cumplir con una misión de rastreo y observación. Sumados a otros diez desde que partiéramos de Roca Casterly, hacían una quincena que nuestros cuerpos no habían probado agua y jabón.
Según parecia la Guerra en Occidente era un hecho y el choque de reyes inminente. los Norteños se desplazaban por el Camino Real a toda prisa. Se rumoreaba que un contingente sin determinar, de tropas lobo bien pertrechadas, penetraba hacia el Sur con intención de ir más allá del Cuello, en dirección a Harrenhal.
Teníamos que encontrar a los malditos Stark, averiguar su posición y todo lo que pudiéramos sobre su número de fuerzas. Luego enviaríamos un cuervo a nuestras tropas con la información obtenida.
Pete, cargaba con una jaula de mimbre en cuyo interior había tres cuervos. Algunas veces los cuervos graznaban en el silencio del bosque, y su chillido nos estremecía y encolerizaba de tal manera, que nos daban ganas de retorcerles el pescuezo. Pero pronto volvíamos a concentrarnos en el trote continuado y extenuante procurando no distanciarnos de Ser Trevor.
De repente el Señor de Clegane, tiró de las riendas y su caballo se paró en seco. Desmontó sin demora pero cauteloso y movió el brazo para que nos agacháramos y no hiciéramos ningún ruido. Ató las riendas de su caballo a un roble joven y casi en cuclillas avanzó con la mano en la empuñadura de su espada hasta perderse detrás de una loma. Después de unos minutos volvió corriendo loma abajo con su montura tras de él, tirando de ella por las riendas.
Pete, asustado pero decidido, cogió un cuervo entre las dos manos y lo sacó de la jaula. Me miró e hizo un aspaviento con la cabeza que revelaba premura. Peloleñoso y Job el Largo desenvainaron sus espadas, mientras Tinin apretaba los dientes, no sé si de miedo o de ira.
Habíamos dado con los lobos.
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REGLAS Y FORMA DE JUEGO
Los ejércitos Norteños se desplazan hacia el Sur, mientras que los Occidentales buscan posiciones estratégicas de poder.
La Campaña de Occidente ha comenzado... ¿quieres ser abanderado de una de las Casas en liza? ¿Deseas ordenar el desplazamiento de los ejércitos?
La lucha por el Trono de Hierro es aquí.
tablerodebatalla.blogspot.com
:-)
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